martes, 17 de enero de 2012

Mirar Vs. Observar





   En mi ciudad existen varios lugares en donde preparan y venden lomitos árabes. Siendo un fanático del mismo, me llamó la atención la presentación de esta comida de un local en especial, diferente al tradicional, bastante compacto como para que no se desarme ni chorree al saborear el mismo; cosa que normalmente ocurría cuando compraba de otros  lugares. 

   Cierta vez me decidí a investigar más sobre el proceso de elaboración en dos tradicionales locales, por lo que me puse a observar detenidamente los pasos que seguían los encargados especialistas en el rubro (léase: preparación del lomito árabe), y que grande fue mi sorpresa al constatar que las técnicas utilizadas diferían abismalmente. Mientras uno lo hacía en forma apurada, con una metodología y secuencia dispar, desordenada; y, al mismo tiempo.... se comunicaba a los gritos con sus compañeros de trabajo. El otro, en cambio parecía utilizar sus cinco sentidos en la elaboración, con una técnica depurada; me imagino basándose en la experiencia, comentarios y críticas de los consumidores de dicho producto.

   Imagínense, mediante el lomito árabe pude corroborar la importancia del observar; pues, aprendí a diferenciar en forma objetiva las habilidades y destrezas utilizadas por los cocineros de uno y otro local.

   Ahora, muchos se preguntaran: ¿En qué me beneficiaría a mí, que no me dedico a ese oficio, el saber cómo preparan el lomito árabe?   La respuesta es sencilla, voy desarrollando mi capacidad de observar y no solamente mirar y... cuando la ocasión lo requiera, estaré preparado para no perderme los detalles que a la mayoría le pasan desapercibido. El mirar y observar son palabras parecidas, pero difieren en profundidad..

   Normalmente miramos sin dar importancia a las pequeñas cosas por ser  comunes o “insignificantes” y.... nos olvidamos que por más pequeñas que estas sean: “SIGUEN SIENDO DIFERENCIAS”.

   El ojo clínico del observador es más minucioso y crítico del que mira sin dar mucha importancia, o simplemente: "mira sin mirar".

   Juguemos a ser Sherlock Holmes, cuando vayan a una reunión o restaurante observen a una o más personas que no conocen y establezcan su estado de ánimo, a que se dedican, sus gustos e inclusive sus posibles nombres. Una práctica interesante que.... en su momento nos ayudará a desarrollar nuestro poder de observación.

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