miércoles, 10 de octubre de 2012

Facilitadores del Cambio


*Angelina Bogado


El rediseño total o parcial de la estructura organizativa, como consecuencia del impacto de diversas variables macroeconómicas, de las tecnologías, implementación de nuevos procesos y otras tantas, generan una situación de cambio, que debe ser internalizado por cada uno de los componentes de la organización. Por lo tanto debemos comprender que el cambio no es un momento, es un largo proceso complejo que implica un periodo de transición lo que genera expresiones, comportamientos y manifestaciones distintas, los cuales si son poco observados pueden terminar en un rotundo fracaso y dilación de los objetivos corporativos, ya que debemos recordar que el cambio implementado no es sinónimo de cambio internalizado.

Nace entonces la figura de los  “Facilitadores del Cambio”  quienes buscan minimizar el impacto en el proceso además de generar valor. Los Facilitadores deben lograr la visualización e internalización de la existencia de tres elementos: en primer lugar una situación actual, la que debemos abandonar, en segundo lugar la situación deseada o la que queremos llegar y el tercer elemento es el momento crítico y difuso “la transición”.

Según las estadísticas de encuestas realizadas entre empresas que atravesaron por grandes y perdurables procesos de cambio, se ha revelado que no se presta la debida atención a los “aspectos humanos”, a citar la resistencia al cambio, falta de compromiso, expectativas no realistas, entre otros, sin embargo se hace foco a cuestiones técnicas, como ser los costos, que si bien son condiciones necesarias pero no suficientes para que el cambio sea internalizado exitosamente.

Durante este periodo caótico es misión del “Facilitador” que las estrategias, personas y procesos se integren. Por ello con la ayuda del facilitador se crea lo que se denominan “las tres comunidades fundacionales” de toda situación de cambio:

                                         a) Comunidad de Compromiso
                                         b) Comunidad de Conocimiento
                                         c) Comunidad de Integración o Trabajo en Equipo.

Todo esto implica aprendizaje, superación y alineamiento  en el menor tiempo y con el menor costo emocional-económico.

Existe un conjunto de competencias que todo facilitador debe tener: liderazgo, pensamiento y visión estratégica de negocios, capacidad de generar el desarrollo de las personas, capacidad para innovar en las resoluciones de los problemas inherentes a la situación de cambio, habilidad para interactuar y la capacidad de identificar a los posibles sucesores en el rol de Facilitador.

Por otro lado se resumen las responsabilidades del “Facilitador” las cuales son: aconsejar, comunicar, relevar necesidades, coayudar a la toma de decisiones, generar espacios de participación y aportar las entradas para la medición y evaluación de la marcha del proceso.

Estas habilidades y responsabilidades serán efectivas, si cuenta con el apoyo de la Gerencia o Departamento de RRHH, e interactúa con la Dirección y otros facilitadores, además de exigir la  disponibilidad de tiempo, debe tener un impacto en su evaluación personal de desempeño e internalizar y aceptar su rol de Facilitador.

Para la creación del rol de Facilitador en función a los objetivos, alcance e impacto se resumen las tres etapas necesarias y excluyentes como ser el relevamiento de la situación actual; la  Validación del rol de los facilitadores y el desarrollo de los facilitadores.

En conclusión los “Facilitadores” son como decodificadores de estrategias y guías para cambios exitosos y perdurables, para los compromisos y aprendizajes continuos y el trabajo en equipo. (Muchas Gracias Angelina!)
*Actualmente está cursando la Maestría en Administración de Negocios en la UNAE.

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