En gran parte de mi vida me dediqué a la actividad comercial, en mi casa contamos con una pequeña despensa y; desde hace algún tiempo, he estado investigando sobre las circunstancias que influyen en las personas para la compra de los productos.
Esto
me llevó a prestar una especial atención al trato que se debe dar a los
clientes. Fue allí que comprendí que la envergadura del negocio y el
contexto en donde se desarrollan tienen su peso; pero, existen otros
aspectos internos del individuo que por lo general no son considerados
importantes.
Al saber ofrecer los productos disponibles y contar con calidad en el servicio, por ejemplo, en un clima como el actual para nuestra región (calurosa); si se cuenta con bebidas frías, hielo en cantidad y un ambiente agradable, inclusive con música acorde al momento, son complementos adecuados para generar ese algo que marca la diferencia; pero sigue siendo el tipo de atención que se brinda el elemento diferenciador que vuelve único a nuestro negocio.
En otras palabras, el comerciante debe estudiar a su cliente; los gustos y posibilidades, para así saber ofrecer lo que se dispone y que de una u otra forma ayude a cubrir esa necesidad. (Muchas Gracias Cynthia)
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