En varias oportunidades; cuando solicitan
mis servicios como consultor de empresas, suelen decirme los propietarios y/o directivos
de la institución visitada, lo que falta en su empresa es solamente organizarla
porque no se hacen bien las cosas. Así también, consideran que este trabajo de “solamente
organizarla” se logra con algunos cambios en cargos, funciones, procedimientos
y tecnología.
Cuando voy explicándoles qué
implica organizar o reorganizar una empresa; en un principio suelen considerarlo
exagerado o demasiado amplio para algo tan "sencillo", ya que no tuvieron en
cuenta una serie de aspectos que consideraron irrelevantes para la intención.
Luego; paulatinamente, vamos conjuntamente identificando una serie de lagunas
que deben ser aclaradas para lograr efectivamente el cambio deseado.
Considero a este momento como uno
de los más importantes y definitorios para conseguir el objetivo previsto por
los propietarios y/o directivos de la empresa en cuestión, pues el cambio debe
partir y ser asumido desde la cabeza para involucrar y comprometer a todos los
integrantes de la organización.
La segunda decisión relevante queda
a cargo del profesional consultor, quien antes de emitir algún tipo de
conclusión debe desarrollar un Diagnóstico Situacional como palada inicial; pues,
sin un análisis serio difícilmente el propósito de cambio sea el resultado.
Con estas pocas líneas, quiero resaltar
dos componentes vitales y necesarios que definirán el éxito del ajuste
organizativo de una empresa, estos son: el
compromiso de todos los involucrados en lo que desean hacer; y, la necesidad de información actualizada y veraz de la organización en estudio.
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