Eddy Carrera*
Salvador García expresa lo siguiente: “El paradigma tecnoestructural todavía
predominante en el mundo de la empresa es excesivamente prosaico, normativo y
triste, quedando muy limitado para otorgar pleno significado emocional y ético
a la acción humana de alto rendimiento, hoy día necesaria en entornos
competitivos de alta complejidad adaptativa”…
Primeramente, es importante diferenciar los siguientes conceptos:
ü Cultura: Sistema
común básico de valores que ayudan a delinear el comportamiento de las personas
en una sociedad dada.
ü Valores:
Expresiones universales sobre lo que pensamos que es atractivo o deseado.
ü
Ética: Evaluación de la conducta humana a través de los
valores de una sociedad.
La Dirección por Valores es una nueva propuesta de dirección de empresas
de carácter humanista e integrador, que se sustenta en diferentes enfoques y teorías
y que, de hecho, está en sus primeras fases de coherencia de aplicación. (Salvador García)
Hoy día, los actuales contextos de alta complejidad adaptativa,
incertidumbre e hipercompetitividad, los clientes serán cada vez más exigentes
no sólo de calidad sino también de calidez, los jefes deberán evolucionar del
“ordeno y mando” a ser facilitadores de procesos, los empleados tendrán que
evolucionar del acatamiento burocrático a la libertad responsable o
“empowerment”, y las estructuras organizativas deberán evolucionar
inexorablemente desde el modelo militar clásico “en rastrillo” hacia otras
formas más orgánicas o moleculares, tal como se organizan los sistemas vivos en
la naturaleza.
En la práctica, la auténtica Dirección por Valores es, un proyecto lo
más participativo posible compuesto por diferentes fases de alta exigencia de
compromiso:
·
Legitimación
del proyecto por parte de la propiedad de la empresa y de su equipo directivo.
·
Formulación
breve e ilusionante de la visión o sueño de futuro de la empresa.
·
Destilado esencial de los valores instrumentales o reglas del
juego necesarias para alcanzar la visión y cumplir con la misión de la empresa.
Según el modelo que García y Dolan
denominamos “triaxial”, se trata de conseguir un buen equilibrio entre tres
clases de valores:
- § Los valores económicos, de control o “práxicos” habitualmente predominantes pero nunca suficientemente desarrollados.
- § Los valores emocionales, de desarrollo, “poiéticos”, creativos o generativos.
- § Los valores éticos como la dignidad, la autenticidad o la responsabilidad social, integrándolos con toda normalidad con los valores económicos y emocionales.
Fase de valores en acción. Creación de un equipo de proyecto
participativo encargado de gestionar no sólo la comunicación de los valores
sino también su traducción en la política de personas en cuanto a selección,
formación, promoción y desvinculación.
Auditoría
de coherencia de valores, la cual cierra el proceso y abre un nuevo ciclo de
aprendizaje y mejora continua.
La Dirección por Valores es como la constitución o marco ideológico de
la empresa, el cual ha de orientar las conductas y decisiones cotidianas. (Muchas Gracias Eddy).
*Actualmente cursa la Maestría en Administración de Negocios en la UNAE.
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