*Iván
Talavera
La
estructura organizacional es muy fácil de entender, pues se la considera a la
estructura organizacional como el arreglo
de las partes de la organización.
Así
pues, por estructura organizacional algunos autores significan “la distribución a lo largo de varias líneas,
de personas entre posiciones sociales que influyen en las relaciones de los
papeles entre esta gente”. Esta definición sencilla requiere de ampliación.
Una consecuencia de la definición es la división del trabajo; a la gente se le
dan diferentes tareas o puestos dentro de las organizaciones. Otra consecuencia
es que las organizaciones tienen rangos o una jerarquía; las posiciones que
ocupa la gente tienen reglas y reglamentos que especifican, en diferentes
grados, cómo deben comportarse los que ocupan estas posiciones.
Una
conceptualización muy similar de la estructura es que existe una yuxtaposición
de soluciones tecnológicas, intercambios políticos e interpretaciones sociales
en las organizaciones y alrededor de ellas, que dan como resultado módulos de
estructuración, y que existe un desdoblamiento dialéctico de relaciones entre
los actores organizacionales. Esto acarrea consecuencias para las formas
organizaciones.
Al
respecto, se cree que las estructuras organizacionales poseen tres funciones.
Antes que todo, las estructuras tienen la intención de elaborar productos
organizacionales y alcanzar objetivos organizacionales. En segundo lugar las
estructuras se diseñan para minimizar, o por o menos regular la influencia de
las variaciones individuales sobre la organización. Las estructuras se imponen
para asegurarse de que los individuos se ajustan a los requisitos de las organizaciones,
y no viceversa.
Por
último, las estructuras son el ambiente donde se ejercita el poder (también las
estructuras fijan o determinan qué puestos tienen poder en primer lugar), donde
se toman decisiones (el flujo de información que entra en una decisión está
determinado en gran parte por la estructura) y donde se desarrollan las
actividades de las organizaciones la estructura es la arena para las acciones
organizacionales.
Las
reglas y procedimientos diseñados para manejar las contingencias que enfrenta
la organización forman parte de lo que se llama formalización. Varía la
extensión de las reglas y procedimientos. El caso sencillo de la hora en que
una persona llegue a trabajar varía mucho entre organizaciones y al interior de
ellas, respecto del grado en el que este acto está especificado formalmente.
En
el extremo alto de formalización están las organizaciones que especifican que
la gente está en su escritorio o estaciones de trabajo a las 8 a.m. o se les
“castigará” con media hora de sueldo. En el otro extremo existen situaciones
donde no hay reglas acerca de estar en la oficina o en el taller en una hora específica,
siempre que se desarrolle el trabajo. Esto está tipificado por muchas
instituciones académicas. Por tanto, las reglas pueden variar desde altamente
rígidas a flojas.
Así
también, no podemos dejar de mencionar que el poder es un componente importante
de todas las organizaciones. Ello es así, puesto que por lo general, la
distribución del poder en las organizaciones se conceptúa como el grado de
centralización. Al respecto, Hage y Aiken, especializados en organización tecnológica,
encontraron que la formalización estaba algo débilmente asociada con un sistema
centralizado de toma de decisiones.
Las
organizaciones donde solamente unas cuantas personas en la cima tomaban las
decisiones, confiaban en las reglas y una supervisión fuerte como medio de
asegurar un desempeño consistente por parte de los empleados. Estas
organizaciones también se caracterizaban por un personal menos profesionalizado.
De esta manera, la presencia de un personal bien capacitado se relaciona con
menor necesidad de extensas reglas y políticas.
Por
otro lado, una investigación adicional de los citados, sobre la tasa de cambio
de programas en las agencias, revela que la formalización también está
relacionada con el número de nuevos programas que se agregan en las organizaciones.
En este caso, la formalización está asociada negativamente con la adopción de
nuevos programas. La reducción de la iniciativa individual en el ambiente más
formalizado se sugiere como la razón principal de esta relación.
En
las organizaciones que establecen rutinas muy específicas para su seguimiento
por los miembros, probablemente haya poco tiempo, apoyo o recompensas para el
involucramiento en nuevas ideas y nuevos programas.
Por
su misma naturaleza, la formalización es crucial para la vida de las organizaciones
y dentro de ellas. La especificación de reglas, procedimientos, castigos, y así
en lo sucesivo, predetermina mucho de lo que acontece en una organización. En
verdad, la formalización es una característica fundamental para definir las
organizaciones, puesto que el comportamiento no es aleatorio y en sí dirigido
por cierto grado de formalización hacia una meta.
Con
frecuencia se considera la formalización como una especie de mal. Llevando a
reacciones “burocráticas” donde la gente es consumida por las reglas y
reglamentaciones organizacionales. Desde luego, hay otro punto de vista sobre
el tema. En realidad considera a la formalización, en la forma de burocracia,
como un mecanismo por el cual los individuos experimentan crecimiento y
desarrollo personal. De manera que la cuestión es realidad es, ¿Cómo reacciona
la gente a la formalización?
Se
encuentran algunos elementos de juicio sobre este punto en la literatura sobre
los profesionales en las organizaciones. Hay fuerte interés sobre este asunto
desde que cada vez más profesionales de todas clases trabajan en organizaciones
y, a la vez, muchas ocupaciones tratan de profesionalizarse. Los análisis de
las relaciones entre los profesionales y las organizaciones que los emplean,
partían con anterioridad de la premisa de que hay revisiones incorporadas entre
los principios y valores profesionales y organizacionales. La investigación más
reciente ha desafiado estas hipótesis. Ahora se toma como muy posible ya que
existen situaciones donde los profesionales desarrollan su trabajo con una
interferencia mínima de parte de la organización, mientras que la organización
integra el trabajo de los profesionales para su beneficio.
Centralización
Dentro
del tema abordado, considero importante también puntualizar sobre la
centralización, la cual se refiere a la distribución del poder dentro de las
organizaciones. Así, la centralización es uno de los mejores métodos para
resumir toda la idea de la estructura. En el caso de la centralización,
determinada distribución del poder es constituyente en tanto que genera otras
acciones, la gente cumple con las reglas y decisiones organizacionales. La
centralización también está constituida en tanto que las distribuciones de
poder están sujetas a cambios, al ganar o perder poder con el tiempo los grupos
o los individuos.
Se
ha definido la centralización de diferentes maneras, dando relevancia siempre a
la distribución del poder. Hage (1980) define la centralización corno “el nivel
y variedad de participación en las decisiones estratégicas por grupos en
relación con el número de grupos en la organización”. Mientras más grande sea
el nivel de participación en las decisiones estratégicas de mayor número de
grupos en una organización, menor es la centralización.
El
enfoque de Hage enfatiza el hecho de que el poder se ejercita en diversas
formas y ubicaciones dentro de una organización, Por ejemplo, en la universidad
la decisión de a quién debe contratarse para un puesto en el cuerpo docente
descansa en el departamento de contratación. En este caso, la decisión está
descentralizada. Sin embargo, la decisión de que un departamento específico
contrata a alguien está centralizada. La administración central revisa las
vacantes en el personal académico y determina si hay necesidad o no de una
redistribución de vacantes, siendo probable que los departamentos cuyo número
de inscripciones va en descenso y con programas más débiles pierdan puestos
ante departamentos que tienen fuerte demanda de inscripciones cuentan con
programas fuertes. Esta es una decisión centralizada.
Conclusión
El
grado de centralización en las organizaciones dice mucho sobre la sociedad en
la cual se encuentran. Una sociedad en que la mayoría de las organizaciones
están muy centralizadas, es una en que los trabajadores tienen poco que decir
sobre su trabajo. Lo mismo probablemente sería verdad en términos de su
participación en la sociedad.
El
grado de centralización de las organizaciones también es una indicación de lo
que las organizaciones suponen sobre sus miembros: alta centralización implica
el supuesto de que los miembros necesitan un control estricto, de cualquier
forma que sea: una baja centralización sugiere que los miembros se gobiernan a
sí mismos. En ambos casos, debe recordarse que el control es en interés de la
organización. Los profesionales y otro personal experto en las organizaciones
no trabajan por cuenta de sus profesiones. Su capacidad profesional se
desarrolla en interés de su organización.
Un
resultado principal de los diversos grados de centralización es para la organización
misma, Altos niveles de centralización significan mayor coordinación, pero
menos flexibilidad: políticas consistentes en toda la organización, pero probablemente
políticas inapropiadas para las condiciones locales; y el potencial para una
rápida toma de decisiones durante emergencias, pero canales de comunicación
sobrecargados durante las operaciones normales a medida que las comunicaciones
fluyen hacia arriba y hacia abajo de la jerarquía.(Muchas
Gracias Iván!)
*Actualmente se encuentra cursando la Maestría en Administración de
Negocios en la UNAE.
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