*Gustavo Núñez
El ser humano, como ser social y racional,
en su desarrollo en las distintas facetas de la vida, como en lo personal,
cultural o profesional, se encuentra naturalmente vinculado a otras personas,
con las que comparten valores, emociones y aprendizajes durante la interacción
con sus pares.
Todo este conjunto de convivencia, se
encuentra enmarcada dentro de una organización, conocida como comportamiento
organizacional, y está compuesta por individuos, grupos y organizaciones.
Las personas como individuos ingresan a
la organización con características propias que podrán influir potencialmente
en la organización y en los grupos durante el trabajo en equipo, sin olvidar
las diferencias existentes entre cada uno de sus integrantes. Así también la
organización, como algo global y sistemático también influye en los equipos y
en cada uno de los integrantes como individuos.
Es así, que el comportamiento
de los seres humanos, en la economía tradicional asume que las personas toman
decisiones racionales. Sin embargo, mezclando la economía y la
psicología, Dan Ariely, en su libro “Las Trampas del Deseo”, considera la
“Economía conductual”, disciplina en la que se enmarcan sus estudios, y según
la cual existe un espacio entre el modelo ideal de comportamiento racional que estudia
la economía estándar y el comportamiento real de los seres humanos en la vida
cotidiana.
Ariely,
se dispuso a demostrar que la persona, como ser predeciblemente irracional, repite
sus errores de forma sistemática, lo cual permite estudiar y predecir sus actos
y lo más importante da la oportunidad de aprender de ellos.
LA RELACIÓN EXISTENTE O POSIBLE, DE LOS CAPÍTULOS DEL LIBRO LAS TRAMPAS DEL DESEO Y LOS TRES NIVELES
ORGANIZACIONALES
El científico y estudioso Dan Ariely, ha
desarrollado varios experimentos que fueron realizados a determinados grupos de
personas, los mismos fueron seleccionados cuidadosamente, con criterios bien
definidos y determinando la cantidad adecuada para que los mismos sean válidos.
A partir de dichos experimentos, ha
logrado importantes conclusiones sobre la conducta de los grupos estudiados:
a) El efecto señuelo: se conoce así, por la que tendemos a comparar las
cosas y a tomar decisiones basados en el contexto en el que se nos presentan unas
y otras, y además nos inclinamos por las comparaciones fáciles y evitamos
aquellas que exigen un esfuerzo mayor. El resultado parece confirmar que cuando
alguien se enfrenta a una decisión entre tres alternativas, y dos de ellas son
muy semejantes, tenderá a inclinarse por la mejor de aquellas dos.
b) El efecto anclaje: cuando se dice “No hay una segunda
oportunidad para causar una buena primera impresión” se esconde una verdad
mayor de la que creemos. La economía conductual se vale del término “ancla”
para referirse al primer precio que el consumidor relaciona con un producto.
Cuando nos convencemos a nosotros mismos de que algo es bueno, quedamos
aferrados a esa creencia de una forma que no alcanzamos a percibir.
c) El efecto placebo y las expectativas: en muchas ocasiones, nuestras
impresiones previas nublan nuestra capacidad de juicio y, lo que es más
sorprendente, nuestro cerebro se puede ver afectada por nuestras creencias.
Ariely ha logrado corroborar que nuestra irracionalidad le abre la vía al
efecto placebo –y podemos curarnos con un medicamento que nos sirve por la sola
confianza que depositamos en él– además es aún más impresionante y novedoso: ha
conseguido demostrar que existe una relación inversa entre el precio de los medicamentos
y su capacidad para activar el efecto placebo.
d) Normas sociales y efecto precio-cero: vivimos simultáneamente en un
mundo en el que algunas relaciones están regidas por normas sociales y otras
por normas comerciales. Y aunque en ocasiones las diferencias entre unas y
otras puedan parecer sutiles, introducir la lógica mercantil dentro de una
relación regida por normas sociales hará que ésta se destruya o al menos que se
transforme.
El hecho
de movernos en una relación social o de regirnos por unas reglas mercantiles
puede determinar nuestras decisiones y nuestros comportamientos de formas que
no llegamos a percibir.
Las
personas están dispuestas a trabajar gratis o por un salario razonable, pero no
aceptaran una paga exigua.
e) Las emociones y la desidia: las
promesas como llevar una dieta, ahorrar dinero o intensificar el ejercicio y finalmente
nos encontramos comiendo el mismo postre, derrochando en algún producto innecesario.
Solemos tener propósitos loables y trazarnos metas importantes, pero irracionalmente,
con esa extraña capacidad para hacernos renunciar a nuestros objetivos a largo
plazo por una gratificación inmediata y menor.
Los
experimentos realizados a los diferentes grupos de personas, conformadas por
criterios bien determinados, ha sido útil para extrapolar a cualquier nivel de personas
o individuos y además pueden influenciar en el nivel organizacional.
CONCLUSION
Al
efecto, basados en los experimentos realizados por Ariely, se demuestra que los
niveles del Comportamiento Organizacional, desde la persona, pasando por los
equipos y hasta el nivel organizacional, tendemos continuamente a las más
insólitas formas de irracionalidad. Y lo sorprendente, es que esas
irracionalidades son tan reiteradas y se encuentran tan difundidas entre las
personas, que es posible detectarlas e incluso,
llegar a predecirlas.
Además, que al juntar la
economía y la sicología se pudo demostrar que cuando incurrimos en las
distintas formas de irracionalidad, estas tienen relación con los niveles del
comportamiento organizacional.
Finalmente,
nuestra irracionalidad, nos exige a tener en cuenta estos mecanismos que
determinan nuestros comportamientos a la hora diseñar estrategias de mercado o
políticas públicas viables y eficientes, sin dejar de tener en cuenta a las personas,
grupos y organizaciones, en las que claramente se vinculan estos casos de
irracionalidad, que por fortuna pueden ser predecibles y que pueden ser estudiadas
con mayor profundidad.
BIBLIOGRAFÍA
- Godet, Michel “La Prospectiva Estratégica para las Empresas y los Territorios” Unesco 2011.
- Ariely, Dan “Las Trampas del Deseo” edic. Harper Collins 2008.
- CHIAVENATO, Idalberto “Comportamiento Organizacional” 2da. edic. Mc Graw Hill 2009.
- DAFT, Richard L. “Teoria y Diseño Organizacional” Data color impresiones SA 2011.
- Robbins, Stephens P. “Comportamiento Organizacional” 7ma. Edic. Prentice-Hall Hispanoamericana S.A.
Muchas Gracias Gustavo!! (*actualmente está cursando la Maestría en Administración de Negocios en la UNAE)
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